Publicado 3 de octubre de 2024 en Novedades, Proyectos #MKArq, Tendencias por Blog MK
Este proyecto nació con el deseo de una familia que había vivido en Canadá, en una casa con historia y tradición, de traer esa esencia a su nuevo hogar. Después de haber experimentado una vida en espacios más modernos, ahora querían un lugar donde se pudiera respirar calidez, confort y, sobre todo, un ambiente que fomentara la reunión familiar.
Para este proyecto, se eligió la línea Ylenia de Arán, conocida por su estética clásica y su capacidad para integrar la naturaleza de la madera en sus muebles. Esta línea cuenta con puertas de 32 mm, esculpidas para emular tablas de roble con vetas marcadas que logran un look orgánico y atractivo.
El color también fue un aspecto fundamental. Después de revisar todas las opciones, con la ayuda del equipo de Studio MK, se personalizó un tono azul que añadió frescura y calidez a la cocina, alineándose perfectamente con la visión acogedora que los propietarios buscaban.
Los muebles de la línea Ylenia fueron seleccionados en acabado mate, lo que permite que la luz natural se difumine en el espacio sin generar reflejos. De esta manera, se evitó cualquier interrupción en la atmósfera que se buscaba crear. Al mismo tiempo, las cubiertas brillantes proporcionan un equilibrio visual, contrastando suavemente con los muebles y logrando un balance perfecto entre luminosidad y calidez.
En cuanto a las texturas, las vetas marcadas del roble en la línea Ylenia son protagonistas. Esta riqueza en las superficies añade profundidad y carácter al diseño, enriqueciendo el espacio y dotándolo de una elegancia clásica, pero sin perder su toque contemporáneo. “La idea era diseñar una cocina que pudiera resistir el paso del tiempo sin necesidad de modificaciones importantes, un espacio que permanezca funcional y elegante durante años”, explicó el arquitecto.
La isla central blanca fue diseñada para ser el punto focal. Rodeada por el tono azul de los muebles, se convierte en el lugar de reunión principal. “Queríamos que el diseño acentuara la idea de la cocina como un espacio de encuentro”, comentó González. Así, todo el flujo del diseño invita a la interacción y a compartir momentos en familia. La utilización de electrodomésticos y refrigeradores panelables fue clave en la creación de un espacio sin distracciones visuales, donde los electrodomésticos quedaran en segundo plano, y el foco principal fuese la interacción entre la familia y amigos, centralizado en el corazón de la cocina
El proyecto, en una palabra: acogedor. Esta cocina no solo es un espacio práctico, sino también un refugio familiar, donde la elegancia clásica se fusiona con la calidez que toda familia busca.
Este proyecto fue un reto en términos de lograr un equilibrio entre lo clásico y lo acogedor. Para los dueños, abogados de profesión, era importante que el espacio mantuviera un aire atemporal y elegante, pero que al mismo tiempo fuera un lugar donde pudieran sentirse en casa.